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viernes, 3 de octubre de 2014
miércoles, 1 de octubre de 2014
CONFIANZA EN DIOS
Es importante familiarizarse con el beneficio
de seguir una dieta especial
en caso de enfermedad. Todos deben entender
qué hacer en favor de sí mismos.
* Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes
de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza
de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la
vida y una firme confianza
en Dios, son remedios
por cuya falta millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque
su uso hábil requiere trabajo
que la gente no aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable,
están al alcance
de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas,
tanto en recursos como en el efecto que producen
sobre el organismo.
* El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua
y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios.
Todos debieran conocer
los agentes que la naturaleza provee como
remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados
en el trata 356 miento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica
que le habilite a uno
para hacer uso correcto de estos conocimientos.
El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados
y esfuerzos de lo que muchos
quieren prestar. El proceso natural
de curación y reconstitución es gradual y les parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos impone sacrificios.
Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas,
la naturaleza desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus leyes encontrarán
recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu.
* A menudo los médicos aconsejan a los inválidos
que visiten otros países, que vayan a alguna fuente de
agua mineral, y que atraviesen el océano para recuperar la salud; cuando,
en nueve casos de cada diez, si comieran en forma temperante, e hicieran ejercicio
saludable con un espíritu alegre, recuperarían la salud y ahorrarían tiempo y dinero. El ejercicio, y el uso libre y abundante de aire y luz de sol -bendiciones que el
cielo nos ha concedido a todos nosotros- en muchos casos darían vida y fuerza
a los macilentos inválidos.
Debo comer regularmente los alimentos más saludables para producir la sangre de mejor calidad,
y no debería trabajar con intemperancia si está en mí el poder impedirlo.
Cuando he violado
las leyes que Dios ha implantado en mi
ser, debo arrepentirme y llevar a cabo una reforma, y colocarme en la condición
más favorable bajo el cuidado de
los médicos que Dios ha provisto: el aire puro, el agua pura, y la valiosa luz del sol de propiedades curativas.
El agua puede utilizarse en diversas formas para aliviar el sufrimiento. El agua caliente
bebida antes de comer (aproximadamente poco menos de medio litro), nunca producirá daño alguno, sino que resultará beneficiosa.
REGIMEN ALIMENTICIO
* Los que están enfermos
hagan todo lo que está a su alcance, mediante
la corrección de sus hábitos de comer, de beber y de vestir,
y realizando ejercicios juiciosos, para asegurar la recuperación de la salud. Enséñese a los pacientes que vienen a nuestros sanatorios
a cooperar con Dios en la búsqueda
de la salud. "Vosotros sois labranza de Dios, edificio
de Dios". Dios
hizo los nervios 358 y los músculos a
fin de que puedan ser usados. Es la inacción
de la maquinaria humana lo que trae sufrimiento y enfermedad.
* Los que tratan a los enfermos
deben realizar su trabajo ejerciendo poderosa confianza en Dios para que su bendición
acompañe los medios que
él ha provisto generosamente, y a los cuales en su misericordia ha llamado nuestra
atención como pueblo,
tales como el aire, la higiene, el régimen alimenticio saludable, los debidos períodos de trabajo y reposo, y el uso del agua.
Remedios racionales en los sanatorios
* Según la luz que me ha sido dada, debe establecerse un sanatorio, y en él debe descartarse la medicación con droga, para emplear en cambio métodos sencillos y racionales de tratamiento para sanar la enfermedad. En esta institución habría que enseñar a la gente cómo vestir,
cómo respirar, y cómo comer adecuadamente: cómo prevenir
la enfermedad por medio de hábitos
de vida correctos.
458*. En nuestros
sanatorios, abogamos por el uso de remedios sencillos. Desalentamos el empleo de drogas, porque éstas envenenan la corriente sanguínea. En estas instituciones debe darse instrucción sensata acerca de cómo comer,
cómo beber, cómo vestir y cómo vivir
de manera que la
salud pueda ser preservada.
* La
cuestión de la reforma pro salud no se agita como debiera y como será
agitada. Un régimen alimenticio sencillo, y la ausencia
completa de drogas para dejar que la naturaleza esté libre para recuperar
las energías gastadas 359 del cuerpo, harán a nuestros
sanatorios mucho más eficaces en restaurar la salud del enfermo.
El régimen alimenticio como remedio
* El condescender en comer con mucha frecuencia y en grandes
cantidades, sobrecarga los órganos digestivos
y produce un estado febril en el organismo. La sangre se hace impura, y ocurren
enfermedades de varias clases. Se envía a un médico, quien prescribe
alguna droga que proporciona alivio momentáneo, pero que no cura la enfermedad. Puede cambiar la forma de la misma, pero el verdadero mal es aumentado diez veces. La naturaleza estaba haciendo lo mejor que podía para desembarazar al sistema de una acumulación de impurezas, y si se la
hubiera dejado por sí sola, ayudada por las bendiciones comunes del cielo,
tales como el aire y el agua puros, se habría producido
una curación rápida
y segura.
Los que sufren en tales casos pueden hacer en favor de ellos mismos lo que otros no pueden. Deben empezar a aliviar a la naturaleza de la carga que le han impuesto.
Deben quitar
la causa. Ayunen por un
corto tiempo, y den al estómago ocasión
de descansar. Reduzcan
el estado febril del sistema por
una aplicación cuidadosa e inteligente del agua.
Estos esfuerzos
ayudarán a la naturaleza en su lucha para
liberar el organismo de las impurezas. Pero generalmente las personas que sufren dolor se vuelven impacientes. No están dispuestas a tener abnegación, y a pasar un poco de hambre...
El uso del agua puede lograr sólo poco resultado
si el paciente no siente la necesidad
de prestar atención estricta también a su régimen alimenticio.
EL AGUA
El
agua es uno de los elementos naturales más importantes para el ser humano, sin
agua, no existiría la vida. Nuestro cuerpo está formado principalmente de agua,
(aproximadamente el 70 por ciento). Todas las células y funciones orgánicas del
ser humano dependen del agua para su correcto funcionamiento.
BENEFICIOS DEL AGUA: El principal
beneficio que tiene el agua es que nos hidrata. Al beber agua arrastramos las
impurezas para que se eliminen de nuestro organismo. El agua nos ayuda a la
digestión, es la base para la saliva y nos ayuda a la absorción de los
nutrientes, ayuda a aliviar el estreñimiento al movilizar el alimento a través
del tracto intestinal, facilitando así la eliminación de los residuos. Reduce la
posibilidad de aparición de piedras en el riñón, y en caso de que las hayan,
ayudará a su disolución. Además, el agua regula la temperatura corporal.
CUANTA AGUA DEBEMOS TOMAR: Los expertos
en salud recomiendan beber de un litro y medio a dos litros de agua al día para
mantener nuestro organismo hidratado y en correcto funcionamiento.
EL AGUA AYUDA A PERDER
PESO: El agua no aporta calorías al organismo. En primer lugar
el agua suprime el apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada.
Los estudios recientes nos demuestran que al ingerir menos agua los depósitos de
grasa aumentan, mientras que al beber mas agua, aquellos se reducen. Esto sucede
porque los riñones no pueden funcionar debidamente sin suficiente agua. Cuando
no trabajan con eficiencia, parte de su tarea pasa al hígado. Una de las
funciones principales del hígado es metabolizar la grasa y convertirla en
energía que el cuerpo puede usar fácilmente, pero si el hígado tiene que hacer
parte del trabajo de los riñones no puede hacer su propio trabajo con eficacia.
Como resultado metaboliza menos grasa.
FORMA ADECUADA DE TOMARLA: Es
recomendable beber agua con regularidad y mejor antes de tener sed ya que la
sed, es una señal de que el organismo está deshidratado. Debemos beber agua
lejos de las comidas (al menos 30 minutos antes o después de comer), el tomar
agua durante las comida ocasiona una digestión deficiente, puesto que esta
diluye los jugos gástricos del estómago, disminuyendo mucho su efectividad al
digerir comidas. Tomar agua antes, durante y después de la actividad física;
siempre de a sorbos o tragos pequeños y no grandes cantidades de una vez; tratar
de no beber agua muy tarde a la noche para evitar levantarse de la cama para ir
al baño.
Si
nos preocupa nuestra salud … bebamos agua.
EL EJERCICIO
Forma física, capacidad
del cuerpo humano para satisfacer las exigencias impuestas por el entorno y la vida cotidiana. La forma
física es un estado del cuerpo (y de la mente) que ayuda a desarrollar una vida dinámica y positiva y es posible
que afecte a casi todas las fases de la existencia humana. Fuerza muscular,
energía, vigor, buen funcionamiento de los pulmones
y el corazón, y un estado general de alerta,
son signos evidentes
de que una persona goza de buena forma física. Esto suele calcularse con relación a expectativas
funcionales, es decir, lo normal es realizar pruebas periódicas que miden la
fuerza, resistencia, agilidad,
coordinación y flexibilidad. También se emplean las pruebas de estrés (usando
un ergómetro, por ejemplo), que evalúan la respuesta
del cuerpo al estímulo físico potente y sostenido.
Estar en buena forma es casi una cuestión
de sentido común.
Casi todas las personas están en condiciones de hacer algún tipo de ejercicio habitual,
ya sea la simple marcha,
jogging o footing.
Es deseable mantener
la continuidad en los ejercicios, y es importante
no realizar súbitamente ejercicios violentos o de extrema tensión.
Es esencial empezar con un calentamiento gradual y seguir un proceso
de preparación.
Tan importante como el ejercicio
regular es una dieta nutritiva
y equilibrada. El exceso de alcohol (véase Unidades de alcohol), tabaco y drogas (excepto
los fármacos recetados por un médico) suele perjudicar seriamente
la salud.
En muchos lugares se ofrecen programas
diseñados para ayudar a las personas a lograr una buena forma física: escuelas, gimnasios, salones y estudios privados,
y clínicas profesionales especializadas que prestan especial atención a las funciones del corazón y los pulmones.
Hay que tener cuidado a la hora de elegir
un programa y asegurarse de que está dirigido por expertos en educación física o medicina.
Los individuos
sanos pueden elaborar sus propios programas.
La regla general es hacer ejercicio
sólo hasta que uno se sienta incómodo, es decir, hasta que la respiración se vuelve
dificultosa, o cuando se altera la circulación o el cansancio
afecta a la forma de realizar los ejercicios. Las personas
con problemas de salud ocasionados por ataques al corazón, apoplejía,
heridas y enfermedad deben consultar al médico
antes de elaborar un régimen
o de realizar cualquier
forma de ejercicio físico intenso.
DESCANSO
Las funciones del sueño y la necesidad de sueño
La cuestión más difícil e importante sobre el sueño es conocer su función.
Esta pregunta no se ha respondido del todo
y existen opiniones diferentes. Algunos científicos creen que su misión no es biológica y lo consideran un hábito. Sin embargo, parece evidente
que cumple dos funciones biológicas relacionadas con los dos estados del sueño.
El sueño se tiende
a incrementar después del ejercicio
o cuando se tiene hambre
u otras circunstancias en las que aumenta la demanda metabólica.
Es
probable que juegue un papel
importante en la regeneración orgánica
y cerebral, facilitando la síntesis de macromoléculas: proteínas
y ácidos ribonucleicos (véase Ácidos nucleicos).
El sueño, sin embargo, puede tener una misión más compleja
promoviendo la regeneración de procesos mentales, en especial de facultades mentales superiores, como la fijación
de la atención, los mecanismos
conscientes, las habilidades cognitivas finas y las que
tienen que ver con la relación social.
Para el análisis de las distintas necesidades de sueño de las personas se han realizado numerosas
investigaciones, como por ejemplo, el estudio de la pérdida
total o parcial del sueño, o el de personas que duermen mucho (más de 9
horas) y el de aquellas que duermen poco (menos de 6 horas). La conclusión es que existe una gran variación
en las necesidades de sueño.
Algunas personas
funcionan bien con 5 horas
de sueño nocturno,
mientras que otras necesitan
10, aunque todos sean individuos normales
física y mentalmente. Cuando se habla sobre personas que no duermen nada o casi nada se exagera, pues todo el mundo necesita dormir al menos 4 o 5 horas.
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